1 Tesalonicenses 5: 21-22
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Nota de Apocalipsis, los últimos tiempos
Noticia
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Oración de fe
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Nota de Apocalipsis, los últimos tiempos
Unificación de las monedas regionales
Una única moneda mundial
Control económico central y absoluto
"Y hace que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les dé una marca en la mano derecha o en la frente,
y que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca: el nombre de la bestia o el número de su nombre.
Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, que calcule el número de la bestia, porque el número es el de un hombre, y su número es seiscientos sesenta y seis."
Apocalipsis 13:16 - 18
Noticia
África camina hacia la moneda única empujada por la crisis europea
Fuente
“La crisis de la deuda en Europa es una lección para crear el Banco Central Africano y la moneda única”, declaró hace unos meses Maxwell Mkwezalamba, comisario para Asuntos Económicos de la Unión Africana (UA). Estas palabras son uno de los argumentos que se han dado desde la UA para justificar los pasos que desde esta organización están avanzando en el proceso de creación e implantación de un Banco Central Africano y una moneda única, respectivamente. Para ello, la UA ha creado un Instituto Monetario compuesto por expertos para estudiar todas las estrategias y pasos posibles con el objetivo de conseguir estos dos objetivos en el 2020.
Este banco tendrá su sede en Nigeria y hará que la gran parte de los países africanos puedan empezar a contribuir a la reducción de las pérdidas relativas a los tipos de cambio, una tarea que Paterson Wilfried Ngatchou, economista y profesor-tutor de EENI, valora como complicada, ya que “hay que conseguir la adhesión de todos los países, lo que implica una cierta pérdida de soberanía”.
Por qué crear ahora una moneda única africana
Uno de los motores que han puesto en marcha esta iniciativa son losproblemas causados al continente africano por la crisis de deuda europea, que “han afectado a gran escala a su economía debido a las relaciones comerciales entre Europa y África”, apunta Ngatchou.
Además, la existencia de un Banco Mundial ayudaría a disminuir la influencia de Europa en África, tanto a nivel político y económico como social, y por tanto, reducir la dependencia europea del continente negro.
La materialización de este proyecto “permitiría a África negociar con los mercados internacionales de tú a tú, cosa que hasta la fecha no ha pasado”, matiza este economista, quien considera que la solución a la crisis económica mundial “debe ser encontrada por los países de la ONU y no solamente por los del G20”. En este sentido, destaca la importancia de África puesto que “el mundo entero la necesita para subsistir”.
¿Un objetivo imposible?
Sin embargo, Gay Allard, economista de IE Business School ha explicado a El Confidencial la “imposibilidad de que en el continente africano se implante una única política monetaria”, ya que no cumple los que, a su juicio, son tres requisitos imprescindibles: un mercado de trabajo único y flexible, una unión fiscal que permite que grandes importes de dinero puedan transferirse de un estado a otro, y un comercio totalmente abierto y fluido entre los estados.
Consciente de estos requerimientos el comisario Mkwezalamba apuntó a la necesidad de que los diferentes estados africanos “lleguen a un acuerdo sobre criterios de convergencia, y aceptar metas para la inflación y la deuda, así como establecer la libre circulación de mercancías y capitales”. Unos pasos que tendrían que ir precedidos de “una mejora sustancial de la calidad de sus instituciones, que es el problema de fondo detrás de la hiperinflación en algunos países, la falta de credibilidad de algunas monedas, y la huida de capitales de la región, que es mucho mayor que la de América Latina, por ejemplo”, tal y como apunta Allard.
No imposible pero si “remota” es como califica Pedro José Gómez, doctor en Economía de la Universidad Complutense de Madrid, la posibilidad de que África alcance una moneda única. Gómez considera, además, que “el efecto potencial sobre el euro sería mínimo dado el peso de este continente en la producción y el comercio mundiales, más allá de su importancia como proveedor de algunas materias primas de valor estratégico”.
En cualquier caso, tal y como apuntan todos los economistas consultados porEl Confidencial, la moneda única no puede ser un factor de aceleraciónde la integración económica regional y de desarrollo económico. Y por otra parte, la experiencia del euro como una etapa final de un proceso de integración ha demostrado que la moneda única terminó por asfixiar a países como Grecia, Portugal, Irlanda, y en alguna manera a España no sólo con sus deudas, sino también con sus déficits comerciales. Una circunstancia que en África se podría apreciar en su momento con muchos países, como el Nuevo Sudán del Sur, Chad, Níger, Sierra Leona o Madagascar.
“La crisis de la deuda en Europa es una lección para crear el Banco Central Africano y la moneda única”, declaró hace unos meses Maxwell Mkwezalamba, comisario para Asuntos Económicos de la Unión Africana (UA). Estas palabras son uno de los argumentos que se han dado desde la UA para justificar los pasos que desde esta organización están avanzando en el proceso de creación e implantación de un Banco Central Africano y una moneda única, respectivamente. Para ello, la UA ha creado un Instituto Monetario compuesto por expertos para estudiar todas las estrategias y pasos posibles con el objetivo de conseguir estos dos objetivos en el 2020.
Este banco tendrá su sede en Nigeria y hará que la gran parte de los países africanos puedan empezar a contribuir a la reducción de las pérdidas relativas a los tipos de cambio, una tarea que Paterson Wilfried Ngatchou, economista y profesor-tutor de EENI, valora como complicada, ya que “hay que conseguir la adhesión de todos los países, lo que implica una cierta pérdida de soberanía”.
Por qué crear ahora una moneda única africana
Uno de los motores que han puesto en marcha esta iniciativa son losproblemas causados al continente africano por la crisis de deuda europea, que “han afectado a gran escala a su economía debido a las relaciones comerciales entre Europa y África”, apunta Ngatchou.
Además, la existencia de un Banco Mundial ayudaría a disminuir la influencia de Europa en África, tanto a nivel político y económico como social, y por tanto, reducir la dependencia europea del continente negro.
La materialización de este proyecto “permitiría a África negociar con los mercados internacionales de tú a tú, cosa que hasta la fecha no ha pasado”, matiza este economista, quien considera que la solución a la crisis económica mundial “debe ser encontrada por los países de la ONU y no solamente por los del G20”. En este sentido, destaca la importancia de África puesto que “el mundo entero la necesita para subsistir”.
¿Un objetivo imposible?
Sin embargo, Gay Allard, economista de IE Business School ha explicado a El Confidencial la “imposibilidad de que en el continente africano se implante una única política monetaria”, ya que no cumple los que, a su juicio, son tres requisitos imprescindibles: un mercado de trabajo único y flexible, una unión fiscal que permite que grandes importes de dinero puedan transferirse de un estado a otro, y un comercio totalmente abierto y fluido entre los estados.
Consciente de estos requerimientos el comisario Mkwezalamba apuntó a la necesidad de que los diferentes estados africanos “lleguen a un acuerdo sobre criterios de convergencia, y aceptar metas para la inflación y la deuda, así como establecer la libre circulación de mercancías y capitales”. Unos pasos que tendrían que ir precedidos de “una mejora sustancial de la calidad de sus instituciones, que es el problema de fondo detrás de la hiperinflación en algunos países, la falta de credibilidad de algunas monedas, y la huida de capitales de la región, que es mucho mayor que la de América Latina, por ejemplo”, tal y como apunta Allard.
No imposible pero si “remota” es como califica Pedro José Gómez, doctor en Economía de la Universidad Complutense de Madrid, la posibilidad de que África alcance una moneda única. Gómez considera, además, que “el efecto potencial sobre el euro sería mínimo dado el peso de este continente en la producción y el comercio mundiales, más allá de su importancia como proveedor de algunas materias primas de valor estratégico”.
En cualquier caso, tal y como apuntan todos los economistas consultados porEl Confidencial, la moneda única no puede ser un factor de aceleraciónde la integración económica regional y de desarrollo económico. Y por otra parte, la experiencia del euro como una etapa final de un proceso de integración ha demostrado que la moneda única terminó por asfixiar a países como Grecia, Portugal, Irlanda, y en alguna manera a España no sólo con sus deudas, sino también con sus déficits comerciales. Una circunstancia que en África se podría apreciar en su momento con muchos países, como el Nuevo Sudán del Sur, Chad, Níger, Sierra Leona o Madagascar.
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Oración de fe
¡Cuidate!
¡Dios te bendiga, el Señor viene pronto!
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