sábado, 9 de mayo de 2009

Illuminati

El siguiente es un texto tomado del libro Illuminati de Paul H. Koch, Editorial Planeta en sus páginas 189 a 193.
Nota: Las fotos de la presente entrada pertenecen al blog, no fueron extraídas del libro en cuestión.

Desde los años sesenta del siglo XX la antigua postura eclesial de "o estas conmigo o contra mi" ha evolucionado claramente, pero no lo ha hecho hacia un más lógico, desde su punto de vista, "yo tengo la razón y tú no, pero si no quieres recapacitar y venir conmigo, se libre de equivocarte como quieras", sino hacia un confuso "yo tengo la razón y tú también la tienes aunque nuestras religiones se contradigan, pero, qué más da, celebremos juntos y que cada uno rece lo suyo y luego que haga cada uno lo que quiera, pues en el fondo somos lo mismo". Los últimos papas y en especial Juan Pablo II, han apostado fuerte por este ambiguo ecumenismo, que demuestra la fundación del llamado Consejo Mundial de la Iglesias impulsado por Wojtyla. El constante acercamiento a otras confesiones cristianas ha sido calificado por algunos líderes religiosos, como los popes de la Iglesia Ortodoxa rusa, de auténtico "abrazo de oso", pues aseguran que el papa "no busca reunificar el cristianismo sin más, sino absorber dentro del catolicismo a todas las creencias posibles del mundo, no sólo a las cristianas".... En 1986, Juan Pablo II organizó durante las celebraciones en honor a San Francisco de Asís una oración multirreligiosa por la paz mundial.

Oración multirreligiosa por la paz mundial llevada adelante con la iniciativa de Karol Wojtyla (Foto)



Michael Howard, autor de "La conspiración oculta", describía así las ceremonia: "Los tradicionalistas se horrorizaron al ver que el pontífice compartía alegremente semejante plataforma con un lama tibetano, un swami hindú, un médico brujo indígena norteamericano, un rabino judío y un sumo sacerdote maorí. (---)

Encuentro ecuménico de Karol Wojtyla (Foto)


La unidad de todas las religiones del mundo y el reconocimiento de que todas derivaron de la misma fuente antigua es la filosofía central de las sociedades secretas.". Y eso está en franca contradicción con la doctrina formal de la Iglesia católica, según la cual la doctrina impartida por Jesucristo es la única verdad revelada. El mismo Howard se refería también a la información publicada anteriormente por la prensa italiana en el verano de 1976, según la cual circulaba una lista de altos jerarcas eclesiásticos que habían sido iniciados en varias sociedades secretas, casi todas ellas logias masónicas. Entre ellos figuraba el secretario privado del Papa Paulo VI, el director general de Radio Vaticano, el arzobispo de Florencia, el abad de la orden de San Benedicto y al menos siete obispos italianos. Pese a los desmentidos oficiales, una investigación posterior sacó a la luz una nueva lista con los nombres de 125 prelados miembros de este tipo de organizaciones. Así, el último gran proyecto impulsado por diversos grupos y sectas, cristianos o no, pretendía transformar la ciudad de Jerusalén en una especie de comodín religioso que fuese capaz de reconciliar las llamadas "religiones del Libro", judaísmo, cristianismo e islamismo instaurando lugares comunes de culto para las tres, de tal forma que acabara siendo designada como una especie de capital espiritual del mundo. En agosto de 1990, el director de un seminario de la Sociedad Teosófica en Boston aseguraba que el plan para poner en marcha una llamada religión pagana del nuevo orden mundial exigía que el papa viajara a Jerusalén "en un momento preciso" para presidir una conferencia religiosa mundial con representación de miembros de todos los grandes credos del mundo. El colofón de esa conferencia sería el anuncio formal del papa de que, a partir de ese momento, "todas las religiones el planeta se fundirían en una sola". Según las voces de algunos sectores integristas del clero católico, así calificados por su afán en mantenerse anclados en la manera de entender el cristianismo previo al Concilio Vaticano II, la organización de éste fue el caballo de Troya utilizado por los Illuminati para introducirse definitivamente en el seno de la Iglesia Católica, aunque existieron intentos previos. Según Bill Cooper, autor de "He ahí un caballo pálido", uno de ellos fue la alianza firmada presuntamente en 1952, cuando por primera vez en la historia se unieron las Familias Negras (entendiendo como tales a la parte de la nobleza europea habitual practicante del espiritismo y de otras actividades místico religiosas "políticamente incorrectas"), lo Illuminati, el Vaticano y los masones. Todos trabajaban juntos para traer el nuevo orden mundial". Aunque muchos tradicionalistas no llegan a los extremos de Cooper, acusan a Juan Pablo II de actuar como una punta de lanza de interesesw ajenos a la misma institución y ven en cada uno de sus gestos o de sus palabras señales secretas que iondican hasta que punto representa un papel en el que ya no cree.
Piers Compton, ex editor de un periódico católico norteamericano llamado "The Universe", se preguntaba en su libro "The broken cross": "¿Qué es lo que realmente ha causado los cambios en la Iglesia?" Y se contestaba a sí mismo: "La obra deliberada de un plan de siglos para destruirla desde adentro." Compton recordaba que entre los planes originales de Adam Wheishaupt figuraba su intención de "amalgamar las religiones al disolver todas las diferencias de creencias y rituales que las habían mantenido aparte, y apoderarse del papado, colocando a un agente suyo en la silla de Pedro" sin que los fieles católicos lo advirtieran. Y señala que en el Congreso Eucarístico de Filadelfia de 1976, justo en el 200 aniversario de la fundación de los iluminados de Baviera, un gran triangulo con un ojo en su interior presidió las reuniones de los fieles. Una reproducción de esta imagen apareció en una serie ce sellos emitida por el Vaticano en 1978. Pero Compton va mucho más allá. En su opinión, el primer papa que se rindió a los Illuminati fue Paulo VI, quien el 4 de octubre de 1965 pronunció un discurso en la Naciones Unidas "que propagó el evangelio social, tan cercano al corazón de los revolucionarios, sin una sola referencia alas doctrinas religiosas que los mismos revolucionarios encontraban tan perniciosas"

Paulo VI en la ONU


Después fue al salón de meditación de la ONU, donde, en secreto, realizó "un ritual ocultista de iniciación cuya validez quedó rubricada por la posterior construcción del Washington del llamado Templo del entendimiento, provisto también de un triangulo con el ojo correspondiente, y en el que se presenta a las seis creencia más extendidas del mundo: Hinduismo, budismo, confucionismo, judaísmo, cristianismo e islamismo.

Salón de meditación de la ONU


Templo del entendimiento en Washington, ciudad fundada por la masonería. ¿Casualidad?



Por último, Paulo VI fue el primer Pontífice que empezó a utilizar un "símbolo siniestro, utilizado por los satanistas en el siglos VI. (...) Éste era una cruz torcida o partida, en la que se exhibe una figura repulsiva y distorsionada de Cristo, de la cual los practicantes de la magia negra (...) habían hecho uso".



En el Último tomo de las memorias de Karol Wojtyla, titulado "¡Levantaos, vamos!", una inquietante fotografía nos muestra al papa detrás de esa "cruz torcida" mientras mira a la cámara con un sólo ojo.



El 14 de agosto de 2004, Juan Pablo II visitó Lourdes, donde oró por la paz del mundo. En este viaje tuvo ocasión de entrevistarse con el presidente de Francia Jaques Chirac en el mismo aeropuerto de Tarbes, próximo al famoso santuario mariano. Allí hablaron sobre asuntos políticos y religiosos, como la guerra en Irak o la mención del cristianismo en la futura Constitución Europea. Chirac pronunció frases firmes pero conciliadoras que pueden interpretarse de muchas formas: "Lenta pero inexorablemente, los pueblos, las naciones y los estados reconocen que la protección del más débil es un imperativo moral que trasciende las fronteras" Y también "Francia y el Vaticano coinciden en la afirmación de una conciencia universal en defensa de los valores de paz, libertad y solidaridad y en el combate por un mundo que al hombre en el centro de todo proyecto." Son, sin duda, opiniones que nos resultan familiares, pero más espectaculares resultaron las palabreas del Papa: "La Iglesia católica desea ofrecer a la sociedad su específica contribución en la edificación de un mundo en que los grandes ideales de libertad, igualdad y fraternidad puedan constituir la base de la vida en la búsqueda y en la promoción incansable del bien común." Por primera vez en la historia del Vaticano, un Papa se atrevía a reclamar como propios, en voz alta, los ideales masónicos, los ideales de los Illuminati.

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A la luz de los acontecimientos actuales y lo que está escrito en la palabra de Dios, llamamos a su atención ya que esto que está ocurriendo estaba profetizado y sabemos que está en juego no sólo nuestra vida tal como la conocemos sino que nuestra vida eterna.
Jesucristo fue claro al respecto y no queremos quitarle ni agregarle nada a sus palabras ya que éstas son más que claras.
Se vienen la unificación de las monedas mundiales, la unificación religiosa y la unificación política que abrirá paso al anticristo.
¡Alerta!

Jesús dijo:

Juan 3:16 "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
3:17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
3:18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
3:19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
3:20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas."

¡Cuidate!
¡Dios te bendiga!

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Señales de los últimos tiempos

2Timoteo 3:1 Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles.
2Ti 3:2 Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes,
2Ti 3:3 sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno,
2Ti 3:4 traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios;
2Ti 3:5 teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder; a los tales evita.